Sábado, 24 de octubre de 2014
Otra vez en su casa, como muchísimos otros días, pero esta vez es diferente, esta vez no sonreímos. Miro al suelo. El nudo en la garganta que tengo me impide pensar con claridad. Tengo que ser fuerte, si me echo a llorar perderé la sensación de fortaleza que le estoy causando. Él se limita a mirarme, sentado desde la silla a un metro de mí. Está esperando a que le conteste, a que le siga echando la bronca ya sea por celos tontos o por cualquier tontería que haya hecho.
Estoy cansada, cansada de discutir, de no estar bien, de no ser felices. Va a ser verdad que la crisis de los 3 años existe, solo que a nosotros nos ha coincidido con el inicio de la universidad y con mil cambios drásticos en nuestras vidas. Te has ido. Te has ido a vivir a otra ciudad, a un piso de estudiantes, haciendo de tu vida una nueva, dejado atrás a tus amigos, familia... Incluso a mí. Me has dejado atrás. Y no sabes cuanto estoy notando tu ausencia. Yo, mi vida, nada ha cambiado, sigo siendo la misma que el curso anterior, aunque esté en la universidad y tenga amigos diferentes. Sigo viviendo en la misma casa, viviendo con los mismos padres, en la misma ciudad, todo. Eres tú el que ha cambiado, lo noto yo, tus amigos... Y no me gusta nada.
``Deberias estar agradecida´´ me dices, como si fuera un regalo que en vez de a Madrid o a otro sitio mas lejano, te hayas ido a vivir a la ciudad vecina, a solo 35 minutos de mi casa por la autovía. Y tienes razón.
Tienes razón, debería estar agradecida, podría ser peor. Pero tú no eres el mismo. No se si serán las compañías, o la situación de tu nuevo piso, la estresante carrera de arquitectura... Algo en ti ha cambiado y no me cansaré hasta encontrarlo.
Pero esto no nos hace ningún bien. Las peleas, las discusiones, mis estúpidos celos, esto solo causa el cansancio por tu parte y por la mía. Solo llevamos un mes y pico en esta ``nueva vida´´y lo único que estamos haciendo es pelearnos. Esto me hace plantearme muchas cosas. ¿Por que seguir intentándolo? ¿Y si sencillamente se ha acabado el amor, y ahora solo queda resentimiento y antiguos baches? Nos hemos acostumbrado a estar juntos, y esto no lo pongo entre signos de interrogación, porque se que es cierto.
Vuelvo a la realidad, y le miro. Ya no veo al mismo chico del que me enamoré, solo veo a un tío de 18 años que no parece sentir nada por mí. Alguien que si me ve sufrir no se inmuta. Alguien que me ve caer al suelo y no se digna a ayudarme. Es un desconocido. Y no sé por que no tengo narices de cortar por lo sano.
No sé que sigo viendo en ti.
