MGL: Soy feliz unicamente si él está conmigo. T

martes, 13 de marzo de 2012

Contigo


Ando, paso tras paso, rapidamente, pues tengo prisa por verte. Me estás en tu casa, y no quiero hacerte esperar. Me encuentro con un par de amigos, pero los saludo distraida, no quiero entretenerme demasiado. Voy caminando, mirando al suelo, me queda poco para llegar a tu lado. No puedo evitar sonreir, estoy feliz, tengo ganas de verte. Por fin llego a la portería de tu casa, y llamo a tu piso, el 3ºC. Tardas un poco en abrirme, pero con los nervios que tengo, no me importa lo más mínimo. Llamo como unas mil veces al ascensor, estoy impaciente por verte. Subo, y me miro al espejo. Me veo horriblemente fea, como siempre, pero lo máximo que puedo hacer es peinarme con los dedos. La puerta del ascensor se abre y ahí estas tú.
Llevando esa camiseta blanca y pantalones oscuros con ese arte que tienes, luciendo una amplia sonrisa dejando ver tus dientes blancos, esos ojos oscuros que me miran dulcemente, y ese pelo desaliñado tan sexi que siempre llevas. No puedo evitar lanzarme a tus brazos, tenia tantas ganas de verte... Pasamos adentro, y yo subo las escaleras de tu casa a esconderme como cuando éramos pequeños. Oigo tu risa desde donde estoy, escondida detrás de la puerta de tu habitación, esperando que subas a buscarme. Oigo tus pasos en las escaleras, y se me escapa una risita.
-Te he oido! -gritas mientras entras en la habitación
-Noooo! -grito, fingiendo estar asustada
Me cojes de la cintura y me lanzas hacia la cama y los dos aterrizamos sobre el colchón entre risas. No puedo evitar darte un beso, tus labios son como una droga para mí.

lunes, 12 de marzo de 2012

Recuerdo...

Recuerdo aquel día, en el que se te veía tan nervioso. Recuerdo cuando comenzamos a andar hacia mi casa, que me dijiste que fuéramos por otro camino, que tenias una sorpresa para mí. Recuerdo cuando me mirabas, nervioso. Cuando me cogiste avergonzado, ya que no sabías cual iba a ser mi reacción. Recuerdo cuando me dijiste: quedan 10 metros para la sorpresa... y sonreías sin querer mirarme a los ojos. Cuando me tapaste los ojos con las manos, y me decías: no mires, no mires... Cuando sacaste algo de tu mochila, y no parabas de reírte, con esa risa que hace que me derrita. Recuerdo cuando me destapaste la cara, y miré hacia la valla. Ponía: Te quiero May. 15.11.11.
Recuerdo cuando me diste lo que llevabas en tu mochila, esas flores que cogiste de casa de tu abuela, porque no llegaste a la floristería a tiempo. Recuerdo cuando me miraste a los ojos, y me dijiste: Quieres salir conmigo? Recuerdo también tu amplia sonrisa, cuando me lancé a tus brazos emocionada. Recuerdo cuando fuimos después por la calle, cuando me cogiste de la cintura.
Recuerdo cuando llegamos al portal de mi casa, cuando nos miramos sin saber que decir. Cuando nos despedimos, y ya no sabíamos si darnos ese beso que tanto tiempo levaba esperando. Recuerdo cuando te acercaste a mi cara, y notaba tu respiración a dos centímetros de mis labios. Me susurraste un suave: Te quiero, y por fin me besaste como solo tú sabes hacerlo.

domingo, 11 de marzo de 2012

14.11.11

Son las cinco menos diez. La profesora habla sin cesar, palabras que no tienen ningun sentido para mi. Noto un nudo en mi estómago. Estoy nerviosa, hoy es un día diferente. Bla bla bla. La profesora no para de hablar... El tic tac del reloj se hace mas intenso. Ana se gira expectante, su sonrisa se hace mas ancha al observar mi grado de nerviosismo. No paro de preguntar la hora, estoy deseando que sean en punto. El tiempo pasa, minuto a minuto, segundo a segundo.
Suena la sirena, el dolor de mi estómago crece aún mas. Me entran ganas de gritar, la profesora parece no haberla oído. Por fin deja de hablar, y comienzo a recoger mis libros. Se me cae uno al suelo, parece que estoy mas patosa de lo habitual. Subo la silla y cojo mi mochila. Voy corriendo al sitio de Marta, que habla con irene sin cesar. Parecen no darse cuenta de la prisa que tengo. Cojo sus libros y los meto en la mochila. Por fin deja de hablar. Salimos todas hacia el baño, tengo que estar perfecta. Las risas de mis amigas se hacen mas escandalosas, todas saben que estoy nerviosa. Cojo mis polvos y me los esparzo por la cara, parece que hoy estoy incluso mas fea de lo habitual. Para colmo, me han salido como 20 granos. Suspiro. Mi cara ya no tiene arreglo. Guardo mis polvos y salimos todas por la puerta.
Cada vez ando mas deprisa, tengo que salir del colegio como sea. Por fin esta ahí la puerta hacia la libertad. Todas mis amigas están haciendo bromas sobre lo que pasará después. Cruzo la puerta, doblo la esquina.. El dolor de mi estómago se intensifica, parece que voy a morirme. Ahí está, justo al cruzar la calle, de espaldas hacia mí, con sus amigos. Parece que alguien le a avisado de que me voy acercando, y se gira lentamente. Me entran ganas de correr, me está mirando con esa sonrisa suya, tan perfecta y tan amplia, de esas sonrisas que consiguen que alguien se derrita. Por fin estoy junto a él y se acerca a mí para darme un beso en los labios. Mis amigas gritan un fuerte oooooooooh. Les encanta hacerme rabiar, pero ya no me importa, nada me importa. Estar con él es suficiente para mi felicidad.